¿Qué significa
ser masón?
Cada miembro de nuestra sociedad probablemente daría su propia respuesta, pues no existe una correcta definición, única y consolidada, sin embargo, parece que es posible discernir algunas de las características comunes de todos los masones, a pesar de la obediencia, rito, debates internos, etc.
Ser masón es simplemente ser un hombre o mujer de buenas costumbres que ama a los demás y trabaja constantemente en el desarrollo de su propia personalidad. Vale la pena en este lugar citar uno de los documentos básicos de la masonería, «La Constitución de Anderson», que es la base de la mayoría de las organizaciones masónicas de todo el mundo, donde se puede leer que el masón debe ser un hombre libre, sabio y de buenos modales.
Muchos de los no masones al leer estas palabras probablemente se van a sorprender. ¿Cómo es eso? Después de todo, ser un masón debe significar honor, riqueza, misterio y por supuesto poder. La imagen del masón formada en el mundo se asocia con una conspiración continua, intrigas, secretos oscuros y recientemente también con el fascinante mundo creado por Dan Brown en su libro El Código Da Vinci. La verdad sobre los masones es muy diferente y tiene poco en común con etiquetas de colores.
Ser masón no proporciona privilegios, honores, poder o dinero, ser masón es una toma voluntaria de las obligaciones de trabajo sobre mí mismo, ruta por un lado difícil y llena de baches y por el otro muy satisfactoria si se es honesto con uno mismo y con los demás.
Cabe destacar que la masonería no se considera la única forma correcta de desarrollo existen muchos caminos de superación personal y oportunidades para la comprensión de nuestra humanidad. En realidad nosotros hermanas y hermanos de las artes sentimos que nuestra elección es la más apropiada, pero esto no significa que todos deben acogerse a ella, al contrario, creemos que cada persona es libre y de forma individual debe identificarse consigo mismo. La tolerancia al prójimo es una de las verdades más profundas con las que se identifican los masones libres.
Misterios masónicos
Es hecho que el movimiento masónico posee gran discreción y esta comprometido con algún tipo de cierre interno lo que, sin embargo, no significa,, que estamos en posesión de un gran secreto siniestro. La verdad es mucho más trivial (y gracias a esto maravillosamente hermosa): El único secreto es que no hay ningún secreto, cada miembro de la Logia no va a encontrar nada más en el taller que lo que va a traer consigo.
Un poco de Historia ...
En el artículo primero de su Constitución, el Gran Oriente de Francia afirma:
La Francmasonería, institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresiva, tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio de la moral y la práctica de la solidaridad […] La Francmasonería tiene como principios la tolerancia mutua, el respeto a los otros y a uno mismo y la libertad absoluta de conciencia. Considerando que las concepciones metafísicas son del dominio exclusivo de la apreciación individual de sus miembros, rechaza toda afirmación dogmática. Concede una importancia fundamental a la laicidad […]
¡Esto es todo!
La historia de la francmasonería llamada “de los Modernos” habría comenzado el 24 de junio de 1717 en Inglaterra, con la reunión de 4 logias londinenses, herederas de una protomasonería ya bien implantada en el naciente Reino Unido desde finales del siglo XVI, especialmente en Escocia. Es con Saint Thomas au Louis d´Argent, logia parisina creada en 1725 y que reunió a exiliados ingleses jacobitas (estuardistas), como se implanta la francmasonería en Francia. Se emancipó de sus raíces inglesas en 1738 con su primer Gran Maestro francés, el duque de Antin, seguido por su tío abuelo Luis de Borbón-Condé, que le sucederá en 1743 hasta su muerte en 1771.
Después el duque de Montmorency- Luxembourg reorganiza la Orden en profundidad. Esta, en 1773, bajo la gran maestría de Luis-Felipe-José de Orleans (futuro Felipe Igualdad), se convirtió en Gran Oriente de Francia por una gran fusión de la primera Gran Logia nacional y de la Logia Madre Escocesa.
Primera medida destacable: contrariamente a los usos vigentes en la época, el cargo de Venerable Maestro de la Logia (presidente) deja de ser vitalicio o hereditariamente transmisible.
«Anclado en la tradición y moderno en su funcionamiento»
Como lo eran los cargos en el Antiguo Régimen, que se obtiene mediante elección democrática.
Nace el Gran Oriente. Se dota de un órgano legislativo democrático (la palabra, asombrosa para la época, es de Montmorency-Luxembourg): cada logia es representada por un delegado en la Asamblea General anual, el Convent. Un dispositivo verdaderamente revolucionario que señala la separación de poderes (ejecutivo y legislativo) y perdura casi dos siglos y medio, tras haber inspirado el modelo de organización política de la República.